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Normas de gestión forestal

El bosque crece sin ayuda, pero si queremos que nos brinde madera útil y que conserve su diversidad, precisa ciertos cuidados. Es preciso gestionarlo, es decir, supervisarlo, protegerlo, trabajarlo y guiar su desarrollo. De este modo, las talas de árboles son operaciones normales y necesarias. Al mismo tiempo, permiten recolectar la madera, favorecen el crecimiento del bosque y su renovación regular.

Desde finales del siglo XVII (1669: decreto de Colbert), se gestiona dentro de un marco adaptado a la larga vida de los árboles. Desde entonces, gracias a la ONF (Office Nationale des Forêts), hemos logrado una de las masas forestales más bellas y extensas de Europa.

Un ciclo completo de regeneración tiene una duración aproximada comprendida entre los 210 y los 240 años. Es decir, entre la plantación de una bellota y la tala “definitiva” de los árboles, transcurrirán más de dos siglos.